Stanley y Gene unen sus fuerzas y logran descubrir cómo controlar su invisibilidad. Para Stanley, es obvio lo que deberían hacer con este nuevo superpoder y es luchar contra el crimen. Gene, por otro lado, no está tan seguro. Cuando el único delito que existe en la ciudad es robar un bolígrafo del banco, luchar contra él no es tan emocionante. Pero, cuando unos supervillanos roban la tienda familiar de Stanley, las cosas se vuelven personales. ¿Podrán Stanley y Gene localizar a los ladrones y recuperar los objetos robados?